25.2.12

Agarro "un puño" de la bolsa caramelos que está en el cuarto de mi hermana rápidamente sin que nadie me vea, los guardo en el pequeño bolsillo de mi short de blue jean pero con mucho cuidado porque se pueden notar. Abro un caramelo, guardo el envoltorio en otro bolsillo,  y lo muerdo durisimo, a veces me detengo porque siento que estoy dañando mis muelas, pero no me importa, siempre me puedo poner unas prótesis.  Casi ni lo saboreo. Soy como una traficante, una ladrona; comiendo caramelos que no son míos, sin permiso.  Y agarro otro. Se repite el proceso. Voy por otro puño.


No hay comentarios: